Villa Epecuén

Villa Epecuén es un pueblo turístico en ruinas ubicado en Adolfo Alsina, Provincia de Buenos Aires. En 1985 una inundación provocada por una creciente del lago sumergió a la ciudad completamente bajo el agua, obligando a su evacuación total. Con el paso de los años y debido a las sequías en la región, las aguas fueron retirándose lentamente. Entonces las ruinas de Epecuén emergieron. (Leer más…)

Cuando pienso qué nos llevó a Epecuén lo primero que se me viene a la mente es: curiosidad. ¿Cómo puede ser que una ciudad entera haya sido arrasada por el agua?

Este viaje lo compartí con dos amigas. Era octubre, la provincia estaba inundada como no le pasaba hacía mucho tiempo, la mayoría del camino llovió. La ruta ya nos anunciaba que el agua avanzaba sin piedad. Por momentos el sol nos acompañó, pero fue breve.

Llegamos a la tardecita (en mi familia se le dice al tiempo que transcurre entre las 18/19hs), ya estaba oscureciendo y ese día sólo dejamos los bolsos y nos dignamos a buscar un lugar donde comer. A la mañana siguiente arrancamos temprano, agarramos las cámaras, trípode, el equipo de mate, el auto y fuimos a nuestra aventura.

En cuanto comenzamos a entrar en lo que fue Villa Epecuén se me puso la piel de gallina. “Pueblo blanco”, ese nombre se me vino a la cabeza y no puedo pensarlo de otro modo cada vez que lo recuerdo.

Lo primero que vimos fue una parte del lago a nuestra derecha, y dentro de él aparecían los árboles petrificados, blancos, muertos…

PuebloBlanco
Laguna de Villa Epecuén

El paisaje era desolador y a la vez encantador. El cielo con sus nubarrones nos amenazaba constantemente recordándonos que la lluvia no se iba a tomar descanso, que sólo nos estaba dando una tregua para que podamos ver “el espectáculo”.

Seguimos camino y lo que se vislumbró a lo lejos era el edificio de “El Matadero” imponente en el medio de la nada. Abandonado por el hombre, en pie a pesar del tiempo, pero en ruinas por ese abandono.

El Matadero – Arq. Francisco Salamone

Este edificio con una arquitectura tan particular fue obra del ingeniero y arquitecto Francisco Salamone (Italia-1897 / Argentina-1959) , quien dejó plasmado su talento en más de veinte municipios de la Provincia de Buenos Aires.

Por el tipo de material hay algunas cosas que se mantuvieron en pie. Los baños (y todo lo que es de loza) son los que perduraron en el tiempo. Se observan algunos patios, sus bancos de antaño y los cerámicos de algún hogar que hoy ya no existe.

Botellas viejas de aceite que dan la sensación de guardar un mensaje, algo que no debemos olvidar. Quizás que lo material también fluye y que la naturaleza arrasa cuando jugamos con ella (y no siempre se puede detener).

Epecuen
Villa Epecuén – Octubre de 2012

A medida que avanzamos descubrimos que , sin darnos cuenta, estábamos entrando por detrás del pueblo; y a nuestro encuentro salía el centro de la ciudad, con sus hoteles más lujosos, con la zona costera que nos dejaba espiar sus toboganes y sus ramblas por la mitad (porque la otra parte estaba cubierta por el lago).

Vista de la costanera

Los únicos “elementos vivos” que vimos ese día fueron pájaros sobrevolando la zona y algún perro que paseaba por allí. Sabíamos que hay un único habitante que no se quiso ir, que no quiso “perder” sus raíces, dejar su pueblo. Él es Pablo Novak, quien recorre su Villa en bicicleta:

(Documental sobre Pablo Novak)

La inmensidad que fuimos descubriendo nos abrumó, literalmente es un pueblo en ruinas, azotado por el agua, que deja ver el paso del tiempo y lo que la naturaleza causó gracias a la mano del hombre.

Era inevitable al ver las casas soñar historias, de mate, de vecinos, imaginar la gente pasar. Estoy convencida de que el clima gris y lluvioso que nos atosigaba fue un anticipo del sentimiento que Epecuén me iba a dejar: tristeza. Tristeza de imaginar la vida que hubo alguna vez, los proyectos, las familias, los miles de turistas que por allí pasaron… y lo que quedó. Las ruinas de lo que fue, sólo eso, ruinas que denotan la vida que alguna vez allí estuvo alojada.

Espero volver, con la oportunidad de ver a Villa Epecuén con sol y también iluminada con luna llena. Será cuestión de planificarlo pronto. ¿Quién se prende?

Información importante:

Desde hace algún tiempo la Municipalidad cobra entrada. El costo es de $200.- y se abona hasta las 18 hs.

Perlita:

Además de viajar y de de las fotos, soy apasionada de la bici, por esto te invito a recorrer las ruinas de Epecuén sobre las ruedas de Danny Macaskill:

Cómo llegar a Epecuén:

3 comentarios

  1. Hola muy buena la pagina, El domingo estuve en URIBELARREA y me encanto estoy buscando otros pueblos para conocer.
    Un saludo y te felicito por la pagina.

  2. Recien descubro esta pagina y la verdad que es excelente y muy completa, fotos, enlaces, mapas y un diseño limpio y claro.
    felicitaciones!!!

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